Love, Martina es la marca que trabaja por y para mujeres
Buscan el empoderamiento de la mujer, desde las manos que confeccionan sus diseños hasta las mujeres que se ponen los bikinis y bañadores Love, Martina.
Martina significa guerrera.
Love, Martina es una marca de ropa de baño sostenible para mujeres inspirada en el mediterráneo. Todas las piezas de la marca están hechas a mano de manera artesanal por una comunidad de mujeres colombianas que otorgan ese toque especial a los diseños con su trabajo y dedicación.
Tienen alma y llevan sus valores sociales y medioambientales tatuados. Se preocupan de la procedencia de las telas que usan y de las mujeres que confeccionan los diseños. Esta ecommerce cree en el «para siempre» por eso, trabajan con materiales de gran calidad para que los diseños que estén bajo su nombre duren infinitos veranos. Esta es la manera que tienen de ser parte de un consumo responsable y consciente.
La marca se apodó Love, Martina porque así es como te despides cuando terminas de escribir una carta de tu puño y letra. El nombre de Martina proviene del Latín y significa «guerrera». No había mejor nombre para acuñar a este proyecto que uno que tiene ese significado. Kinda Maarouf, su fundadora piensa que todas las mujeres son Martina, y todas de una manera u otra somos luchadoras.
El mundo va demasiado rápido, lo queremos todo ya y ahora.
Nos movemos en un torbellino constante de emociones, impulsos, innovaciones, comodidades… Nos hemos malacostumbrado y queremos tener mucho y de todo. Este comportamiento, nos guste o no, tiene fecha de caducidad. No es sostenible. No es sostenible para el medioambiente ni tampoco para nosotros/as mismos/as. No podemos vivir pisando el acelerador de forma constante. No solo hablamos de lo material, ¡también de la información!
Kinda M. piensa que ahora más que nunca, tenemos que detenernos a pensar el efecto directo que tienen nuestras acciones diarias. Tenemos que pisar el freno respecto al consumo desmedido de los recursos naturales. Tenemos que pararnos a pensar en lo que vamos a comprar, en su durabilidad y su procedencia.
El sector de la moda es uno de los que más contamina a nivel mundial, y queda un largo camino por delante. Sin embargo, el consumidor está cambiando, está despertando a un consumo más responsable, es decir, busca comprar menos, pero busca una mejor calidad del producto.
«Creo que cuando comienzas un proyecto sostenible en el mundo de la moda, una de la cosas más importante es ser fiel a tus valores y rodearte de un buen equipo que comparta y entienda la filosofía y esencia del proyecto» nos dice Kinda Maarouf.
La filosofía 'Slow'
Slow significa lento. Es un movimiento en auge que tiene como misión tomarse el tiempo necesario para producir algo de calidad, disfrutar de un proceso y adaptarte al ritmo natural de la vida. Si llevamos esta filosofía a la moda es lo opuesto a la producción en masa. Un gran nicho de personas considera que la calidad de los textiles han bajado y usamos ropa de usar y tirar. Los tejidos ceden y se rompen con mayor facilidad. El movimiento slow propone piezas clásicas de calidad que duren muchos años o incluso toda la vida.
Love, Martina se dirige a mujeres de entre 25 y 40 años que valoran la calidad por encima de la cantidad. Su fundadora piensa que las personas conectan con personas, ya no se compra un producto porque sí, sino un producto asociado a unos valores, a una forma de vida, a una comunidad.
Detrás de cada bikini hay decenas de historias.
Love, Martina fabrica en Colombia, particularmente en Medellín, que es un referente mundial en cuanto a la moda de baño. Detrás de cada bikini y bañador de la marca hay decenas de historias de mujeres colombianas. Mujeres que además de ser madres y esposas, son artesanas que otorgan ese toque especial a nuestros diseños con su trabajo y dedicación.
<<En este proyecto era fundamental que la personas que nos confeccionan los diseños tengan un trabajo digno, que sean respetadas y que puedan compaginar su vida laboral con la familiar>>.
Todos los productos son fabricados con telas que cumplen con certificados de sostenibilidad. Además, las etiquetas están hechas con papel reciclado, al igual que los protectores de las braguitas son de papel en vez de ser de plástico. El packaging de los productos está hecho con bolsas de algodón que pueden ser reutilizadas como neceser.
Kinda Maarouf, sabe que el camino del emprendimiento no es fácil pero que merece la pena. Que es un camino lleno de aprendizaje en el que la única fórmula secreta que hay para el éxito es la prueba y error.
Sabe que lo mejor de todo es apostar por lo que cree. Haberse lanzado al proyecto que llena sus días y dejar su esencia en cada cosa que hace por y para mujeres. Reconoce que su mayor acierto es dejarse la piel en sacar este proyecto adelante.